jueves, 28 de mayo de 2015

Pintura de dedos DIY

El otro día cuchuflin tenía ganas de pintar, y como la pintura de dedos se nos acabó ya hace algún tiempo, nos dispusimos a hacer pintura de dedos DIY. 

Ya sabéis que me encanta hacer las cosas nosotros mismos, ya que es una manera de que cuchuflin aprenda de donde vienen las cosas y de que esté mucho más tiempo entretenido: entre que preparas la mezcla, pasas a los recipientes, pones colorantes, mezclas... ¡se te va la tarde y aprende muchísimo más que si te pones directamente a pintar!
De momento hemos probado dos combinaciones para hacer la pintura de dedos:


- Mezclando harina con agua. Lo suyo seria calentarlo en una olla, sin dejar de remover con unas varillas para que quede más espesita y sin grumos. Si lo hacéis así tenéis que esperar a que se enfríe. 


Nosotros en esta ocasión optamos por hacer la mezcla en seco y así utilizarla nada más acabar. Queda con algún que otro grumillo, pero para enguarrar y hacer mezclas sirve. Las cantidades las pusimos a ojo: añadir agua a la harina hasta tener la consistencia que más os guste.


- Leche y sobre para hacer natillas.  Seguro que a alguno le ha pasado de tener sobres con preparado para hacer natillas y va pasando el tiempo y un día que te dispones a ordenar las despensa, lo encuentres y para tu sorpresa se ha caducado. ¡¡Pues no lo tiréis!! En este caso pones leche a calentar, los polvos de natillas y a remover hasta que se vaya espesando. Al ser en caliente deberéis esperar a que enfríe para poder continuar.


En ambos casos, una vez tenemos la mezcla con la consistencia deseada, dividimos en recipientes según los colores que vayamos a preparar. Este es un buen momento para que los peques hagan trasvases de líquido y se lo pasen bomba, mientras trabajan la coordinación, concentración y motricidad. 

Una vez tenemos los recipientes con la mezcla, es el momento de añadir colorantes alimentarios y disfrutar de las caras de emoción de los peques, que se quedan asombrados viendo como al ir removiendo, ¡la mezcla va cambiando de color!

Ahora ya solo queda dejar que se pringuen mucho y que disfruten al máximo pintando y experimentando con las pinturas de dedos DIY. Que jueguen libremente, ¡sin miedo a que se pongan perdidos o que la pintura les vaya también a la cara! Es lo bueno que tiene esta pintura, ¡¡qué hasta se la podrían comer!! Además seguro que experimentan haciendo nuevos trasvases y viendo el resultado de las mezclas de colores. 

¡Esta es una actividad que no se a quien le gusta más, si a cuchuflin o a mi! Pasamos la tarde la mar de entretenidos, se lo pasa genial y además es de las pocas actividades en las que cuchuflin se entretiene un ratito solo, y a mi esos minutillos de entretenimiento me dan para asear un poco la casa o preparar la comida. Al ratito me reclama, pero algo es algo. Al final acabamos los dos perdidos de pintura y la actividad continua en la bañera limpiándonos y relajándonos un rato. 

¿Habéis hecho alguna vez pintura DIY? ¿qué tal el resultado?








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